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Arquitectos: Laura Ortín; Laura Ortín
- Área: 122 m²
- Año: 2017
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Fotografías:David Frutos
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Proveedores: Acontraluz, Anaric, Keplan, Kerakoll, La Oca, Reyes Ordóñez
“Reforma integral para las nuevas oficinas de LANO FRUITS. Son “brokers de naranjas”. Desde estas oficinas realizan transacciones de fruta a todos los puntos del planeta.
El proyecto une dos locales contiguos. Uno se utilizaba como almacén, el otro, en el que trabajaban, era resultado de diversas reformas fallidas, faltaba “algo” y sobraba mucho. Se necesitaba más luz natural, confort térmico y acústico, espacios de colectividad y descanso, y sobre todo calidad y cualidad ambiental.
La rehabilitación se realiza reforzando los pilares de hormigón armado con una delicada operación utilizando cemento estructural recubriéndolos de una textura similar al hormigón visto. La reorganización de bajantes y conductos del saneamiento que descuelgan del piso superior permite recuperar la altura original del local. Se trasdosa todo el perímetro para evitar humedades. Se recupera el hueco de luces del edificio a modo de lucernario lo que permite gran cantidad de luz natural durante la jornada laboral.
La arquitectura comienza en el coffe break que recibe a los trabajadores y esporádicos visitantes. Son acompañados por una línea continua y ligera de policarbonato que define los espacios más privados dejando una “oficina paisaje” central bajo la suave luz cenital.
No hay despachos, en lugar de eso se apuesta por un lugar de reuniones y confidencias más acogedor.
En medio, el Naranjo, un elemento vivo, un mínimo jardín que equilibra y suaviza los ritmos laborales. Además provoca un efecto coaching inevitable para su cuidado.
El Suelo es una triangulación de color en PVC trenzado con el que también se revisten las partes ciegas de la tabiquería para ocultar el baño y el cuarto de limpieza.
La Luz se resuelve con la iluminación principal que descuelga del techo con unas lámparas circulares de luz amable. En la sala de reuniones unos apliques de pared de brazo largo iluminan de un modo más doméstico este espacio relajado.
Para el Mobiliario se buscan unos muebles bonitos, cómodos, resistentes y económicos. La mesa negra de reuniones y las sillas de madera aportan confort y simplicidad. El sillón de la entrada en verde pistacho alegra la llegada y las dos butacas con botones amarillos y calcetines en las patas de la sala de confidencias provoca un ambiente sosegado para futuras charlas.
En definitiva, con el nuevo diseño se consigue una oficina más viva y confortable que aporta funcionalidad y amabilidad a los usuarios.”